Gorilla Autoflowering desarrolla plantas de tamaño medio que se adaptan bien a cualquier espacio y que se pueden cultivar con discreción. Presenta una estructura arbustiva con un espacio internodal abierto que permite que la planta respire y que la luz llegue a todos los rincones de la planta, factores que ayudan a eludir problemas de humedad. Las hojas son de color verde lima, y al final de la floración los cogollos se cubren con una capa blanca y pegajosa de resina de gran calidad. A pesar de tratarse de una variedad autofloreciente, que florece a los 30 días de la siembra, su producción es muy similar a la de la Gorilla feminizada original.

Gorilla Autoflowering se cultiva casi sola, su condición autofloreciente le confiere una serie de ventajas que facilitan enormemente el trabajo del cannabicultor. Se trata de una planta resistente, de crecimiento rápido, que no depende del fotoperiodo para su desarrollo. En tan solo 75 días, desde la germinación, nos encontramos con plantas repletas de cogollos listos para cosechar. Por todo ello, es una buena candidata para los que se inician en el cultivo de marihuana. ¡Es difícil equivocarse!

Gorilla Autoflowering posee un característico e intenso olor a gasolina. Su efecto es potente sin ser aniquilador, inicialmente produce una sensación eufórica que finaliza con un estado de relajación muy agradable. Un intenso efecto, aunque mucho más suave que el de la Gorilla feminizada original, demasiado potente para aquellos que no están acostumbrados a lidiar con variedades contundentes.

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