Son antidepresivos, ansiolíticos, somníferos, estimulantes y analgésicos que podrían desaparecer del armario de las medicinas en un futuro no muy lejano. La marihuana es su mejor sustituto, un producto que debería convertirse en una alternativa real para quienes no desean químicos fabricados en los laboratorios. Una buena salud y mejor calidad de vida están a la vuelta de la esquina para los que dan su confianza al cannabis.
Cada vez es mayor el número de personas que no confían en los medicamentos creados por las grandes farmacéuticas. Por eso, también son muchos los que retrasan la ingesta de pastillas, jarabes y todo tipo de productos químicos fabricados en un laboratorio, al menos hasta que no tienen otra opción que recurrir a ellos.
De la misma forma, numerosos pacientes reconocen sufrir efectos negativos por parte de esos medicamentos, especialmente personas que tienen patologías psicológicas como depresión, ansiedad o falta de sueño. Los estudios de investigación, sin embargo, han probado que estos fármacos pueden ser sustituidos por la marihuana: natural, sin efectos secundarios y con grandes propiedades terapéuticas. Estos son algunos productos que puedes ir pensando en tirar a la basura para dejar sitio al verde en tus armarios.
Antidepresivos
Dicen que la depresión es la enfermedad de este siglo. Muchos, alentados por sus médicos, recurren a marcas como Fluoxetina, Zoloft, Paroxetina o Sertralina que, en vez de curar el problema, lo aparcan. Quienes han tomado antidepresivos en alguna ocasión aseguran que con ellos nada les afecta emocionalmente y, sin embargo, eso no es positivo: no sienten tristeza pero tampoco alegría ni ilusión. Sus efectos son una lastra y muy potentes, pues llevan al individuo a un estado de dejadez, somnolencia y ausencia permanente.
En ocasiones, el paciente opta por automedicarse con la hierba para dejar a un lado un producto que le provoca vómitos, mareos y pérdida de apetito, entre otros.
Sin embargo, los estudios aseguran que el cannabis actúa sobre este problema de salud atajándolo, algo que ya era conocido en la India hace más de 600 años. La marihuana permite que el individuo afronte los obstáculos de manera más relajada, ya que la acción del THC sobre el cerebro afecta a cómo el ser humano procesa las emociones. Según un estudio del Centro Médico Universitario de Utrecht (en Países Bajos), el componente psicoactivo influye en el sistema endocannabinoide para hacer que demos una respuesta positiva a situaciones negativas.
Ahora incluso hay cepas pensadas específicamente para este tipo de usuarios y que se consideran, también, antidepresivas. Los pacientes se atreven a probarlas antes de dormir y aseguran que obtienen resultados favorables. Mientras tanto, quienes están detrás de las investigaciones creen que, con su legalización, podría ser la mejor alternativa para el éxito y la cura de estas personas.
Ansiolíticos
El cannabis puede desplazar a otro tipo de medicamentos, ansiolíticos, como el Bromazepam o Diazepam, habitualmente utilizados para poner fin a los problemas de ansiedad. Los estudios médicos explican que es posible gracias a la presencia y acción del compuesto cannabidiol o CBD que, junto con otros 85 cannabinoides, actúa sobre los receptores del cerebro para calmar los procesos químicos que causan la enfermedad.
No obstante, hay que tener claro que no todos los enfermos curarán su problema con marihuana. Los expertos dicen que, al ser un problema psicológico, se necesitará tiempo y paciencia, y la solución siempre dependerá de las condiciones del individuo.
Por otro lado, no todas las variedades de esta planta son aptas para luchar contra la ansiedad. De hecho, las Sativa, que suelen utilizarse para lograr un estado de euforia, muchas veces provocan un efecto contrario al deseado. Para calmarla, lo más recomendable es recurrir a cepas Indica con alto contenido en CBD y bajo en THC, que también disminuirán la preocupación, el pánico y el estrés derivados de la problemática.
Los expertos advierten de que antes de encontrar la más adecuada será necesario ir probando hasta dar con aquella que logre el equilibrio perfecto entre CBD y THC, la misma que actuará con eficacia sobre el paciente. Por otro lado, se requiere que un facultativo determine cuáles serán las dosis más adecuadas.
Somníferos y productos que ayudan al sueño
Nuestra planta favorita también puede ganarle el puesto a todos esos productos artificiales que, como el Zopidem, suelen recomendarse para hacer frente al insomnio. Desde siempre han aparecido en televisión, en series y películas, como la única solución a un problema bastante generalizado. Unas pastillas y a dormir. Sin embargo, de nuevo la ciencia se pone del lado de una hierba que algunos lugares ya han decidido legalizar para el ámbito médico.
Los informes científicos al respecto indican que las Indica son las plantas más recomendables, las que actúan de forma directa sobre la etapa final del sueño, permitiendo al consumidor dormir de forma ininterrumpida y profundamente. Actúa sobre ese insomnio, sobre la apnea y sobre las pesadillas.
No solo es beneficiosa para quienes tienen problemas para dormir, también para quienes tienen una rutina normal de sueño. En estos casos la capacidad de dormir aumenta y hace que sea menos posible despertarse a mitad de la noche. A pesar de esto, es necesario actuar con límites, puesto que sobrepasarse con el THC puede provocar dolor de cabeza a quienes ya tienen algún trastorno.
Analgésicos
La mayor parte de las investigaciones relacionadas con el uso terapéutico del cannabis tiene que ver con sus aplicaciones contra el dolor. La marihuana sustituye con facilidad a los clásicos analgésicos, esos que los expertos no recomiendan consumir de forma prolongada por los efectos secundarios que pueden provocar a largo plazo.
Algunos, dado que pueden comprarse sin muchas restricciones, abusan de ellos hasta tal punto que, por ejemplo, 44 personas en Estados Unidos mueren cada día por sobredosis, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades. Las causas son entendibles: pocos notan efectos relevantes y, además, muchas veces los productos son adictivos.
La marihuana puede ser la gran opción para quienes sufren enfermedades dolorosas como la artrosis o la artritis y todo tipo de dolores crónicos (cuyo tratamiento suele ser limitado). Un estudio reciente, publicado en el Journal of Pain, descubrió que personas con dolor crónico que consumieron marihuana durante un año habían reducido sus molestias habituales mejorando su calidad de vida y sin experimentar ningún efecto secundario. Por estas razones, ¿para qué contaminarse con compuestos cuya procedencia y fabricación desconocemos si podemos plantar y cuidar con nuestras propias manos el ejemplar que nos alivie la vida?
Estimulantes
En ocasiones algunos recurren a pastillas estimulantes que activan a los sujetos para que puedan seguir adelante con su vida. Muchas veces, sin embargo, las mismas personas las utilizan de forma recreativa, como afrodisíaco que en casos notables están compuestos por sales de anfetaminas y ciertos opiáceos.
El cannabis puede lograr el mismo efecto de actividad (comparable al de un café), pero de forma más sana y sin tanto peligro como algunos fármacos que se utilizan sin control. Igual que se recomiendan las Indica para lograr el efecto contrario, para este lo más aconsejable es elegir una buena Sativa con poder de generar euforia.
Todas estas pruebas hacen que cada vez más personas sustituyan los medicamentos clásicos por los beneficios medicinales del cannabis. Según un reciente estudio, de 473 adultos consumidores encuestados por el Centre for Addictions Research of British Columbia, más del 80,6 % afirmaron que renuncian a productos farmacéuticos a favor de la alternativa nada tóxica de la hierba.
Comentarios