Cómo usar el CBD para dejar de fumar

Dejar de fumar es una preocupación para muchas personas adictas. Por fortuna, investigaciones recientes están demostrando la eficacia de nuevos métodos (que en algunos países ya se han puesto en marcha) para acabar con ello. En esta línea, cabe destacar dos estudios del University College de Londres.

El primero de ellos se publicó en 2013. Para su desarrollo se facilitó a doce personas adictas al tabaco un inhalador de CBD y a otras doce uno con una sustancia placebo. Ambos grupos debían utilizarlo cuando sintieran ganas de fumar. El resultado fue que los que utilizaron el inhalador con CBD redujeron su consumo de cigarrillos en un 40 %, mientras que los que usaron el placebo no obtuvieron un resultado significativo. Los investigadores señalaron que era posible que los medicamentos con compuestos alteradores del sistema endocannabinoide resultaran útiles en la lucha contra la nicotina.

El segundo estudio se realizó en 2018 y participaron 30 fumadores con dependencia a la nicotina. Se les administró 800 mg de una sustancia que podía ser CDB o un placebo compatible. Tras ello, los participantes observaron señales pictóricas de tabaco y se les examinó para encontrar efectos en abstinencia, antojos, frecuencia cardiaca y presión arterial, es decir, señales físicas vinculadas al deseo o la necesidad de fumar. El resultado mostró que, en comparación con el grupo de placebo, una dosis única de 800 mg de CBD podría ayudar a reducir la atracción al tabaco generada, especialmente cuando los participantes se abstuvieron de fumar cigarrillos durante la noche. Con este estudio se reforzaba el resultado de la investigación de 2013.

Contra la adicción y el hábito

Para dejar de fumar no basta con superar la adicción física, sino que hay que luchar contra un hábito. Para muchas personas, fumar está muy asociado a tomar una copa o un café, o a una reunión entre amigos. Por tanto, dejar esta adicción resulta muy complicado y puede generar estrés y ansiedad entre los que intentan escapar. Sin embargo, estos efectos pueden aplacarse fumando cigarrillos de flores de cáñamo con CBD, lo que permite alejarse con rapidez de la adicción a la nicotina sin tener que renunciar al hábito adquirido.

Existen métodos menos perjudiciales, ya que el humo siempre es susceptible de ser cancerígeno. Por tanto, si bien es útil para abandonar el tabaco de forma progresiva, lo más saludable será optar por el vapeo, el aceite o los chicles.

Ya a la venta… en Suiza

En Suiza ya se comercializan productos con CBD como alternativa a los cigarrillos de tabaco. La concesión de licencias para este tipo de productos comenzó a finales de 2016, pero a partir de este año se ha expandido el uso de estos productos, cuando Lidl, una conocida cadena de supermercados, los ha comenzado a vender en sus establecimientos. Esta comercialización se basa en que suponen una alternativa al tabaco, más relajante y con menos efectos perjudiciales sobre la salud.

El producto comercializado por la cadena alemana utiliza marihuana del país, sin agroquímicos, sintéticos ni sustancias modificadas dañinas para la salud. Se puede comprar en dos formatos: pequeñas bolsas de 1,5 gramos a 18 francos suizos (15 euros) o de 3 gramos a 19,99 francos (16,75 euros).

La variedad con la que se confeccionan estos cigarrillos se conoce como marihuana ‘light’, porque posee menos de un 1 % de THC. A pesar de ello, la vista, el sabor y el olfato no notan la diferencia. Esta similitud se debe a que se cultiva en el exterior y con un cuidado exquisito a las flores.

Suiza legalizó parcialmente el consumo de marihuana medicinal en 2011. Desde entonces la legislación permite adquirir cáñamo a las personas mayores de 18 años, a condición de que su contenido en THC sea inferior al 1 %. Esta limitación se debe a los efectos psicoactivos de este cannabinoide. Con la nueva norma, todos esos productos cannábicos no se encuentran sometidos a la ley sobre estupefacientes.

Una fórmula que está conquistando el mercado

El creador de esta marihuana ‘light’ es Wener Bösch, que utilizó unas semillas importadas de Estados Unidos y cruzadas varias veces con distintas variedades para lograr una cepa con un alto contenido en CBD, alrededor de un 16 %, pero bajo en THC, en torno al 0,6 %.

Los suizos legalizaron en 2011 el cáñamo con menos de un 1 % de THC, al tiempo que despenalizaron la posesión de menos de 10 gramos de cannabis, independientemente del contenido de este cannabinoide. 

Las personas que han probado esta variedad señalan que produce un agradable efecto relajante, ayuda a dormir y abre el apetito. Muchas personas la usan para tratar dolores crónicos, depresión o estrés.

Proyectos piloto

En Suiza, la situación legal del cannabis ha sido siempre un asunto de interés. De hecho, hubo un referéndum sobre la despenalización del consumo, cuyo resultado fue negativo, con un 63 % de los votos. No obstante, ello no ha frenado proyectos sobre la distribución reglamentada.

Además del vendido por los supermercados alemanes, algunas ciudades han puesto en marcha proyectos piloto en la materia, como Ginebra, Zúrich y Basilea. La finalidad es analizar los efectos de un consumo controlado en los clubes. La capital, Berna, anunció un proyecto para estudiar los efectos de la venta reglamentada en farmacias.

El objetivo es avanzar en la reglamentación del mercado, a fin de que se pueda combatir el mercado negro. De este modo, se espera que la administración pública pueda controlar la calidad del producto en circulación, recaudar impuestos y hacer una tarea de prevención adecuada. La gran pregunta es si, como Suiza, otros países permitirán la venta de productos cannábicos al gran público, para ofrecer una alternativa más en la lucha contra la adicción al tabaco.